Ha sucedido (Por fin). Madrid pasa a formar parte del prestigioso índice de Patrimonio de la Humanidad. El merecido reconocimiento a la capital de España ha tenido lugar tras el 44º Comité de Patrimonio Mundial, órgano rector que año tras año define, aplica y defiende el uso del Fondo del Patrimonio Mundial y asigna asistencia financiera a petición de los Estados Partes.
En el caso de Madrid, la Unesco incluye en la categoría de paisaje cultural al conjunto urbano donde se encuentran el parque de El Retiro y el museo del Prado, formado en total por seis museos y datado en el siglo XVI.
Esta insignia supone el 49º logro para nuestro país, que se mantiene en un privilegiado tercer puesto en cuanto a cantidad de patrimonios mundiales, tan solo superado por China e Italia. Sin embargo, hasta ahora ninguno de ellos se encontraba en la capital. En esta ocasión Madrid aporta un espacio con más de 1.200 sitios únicos que dan fe del intercambio de influencias arquitectónicas, son ejemplo de un tipo de construcción concreta de la ciudad y están fuertemente vinculados a las tradiciones vivas de la misma, siendo estos tres criterios de los que la Unesco se sirve para catalogar al conjunto madrileño.
Este proceso no ha estado exento de polémica pues, además de un informe negativo del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), la Unesco mostraba reticencias a incluir el parque del Retiro en el conjunto bajo la misma inscripción, ante lo que Andrés Perelló, embajador de España en la Unesco, respondió con firmeza: “sería como pedir a Madrid que se arranque un pulmón”.
Explicó además en su intervención que Paseo del Prado y Parque del Retiro forman una unión cuya génesis se remonta al Siglo de las Luces, y gracias a esta aclaración, lo que parecía ser una piedra en el camino para Madrid durante la dura jornada de deliberaciones, no terminó más que añadiendo emoción y orgullo al satisfactorio resultado final.
Ostentar el sello del Patrimonio Mundial supone para la ciudad una incomparable consideración al valor universal excepcional del conjunto y al legado histórico, artístico y cultural, además de dar buena muestra de lo que Madrid es capaz de conseguir cuando aúnan esfuerzos los diferentes gobiernos y administraciones. Además es también un llamado y un homenaje a los ideales de la Ilustración, que desencadenaron la construcción del Jardín Botánico o del Gabinete de Historia Natural, preludio del actual Museo del Prado por orden de Carlos III.
En suma, resulta fácil comprender las palabras con las que Perelló culminaba su discurso en defensa del proyecto (afirmando que no comprendía la frase “de Madrid al cielo”): “¿Para qué quieren ir al cielo, si ya está en Madrid?”.
Rellene el siguiente formulario y nos pondremos en contacto con usted para gestionar su candidatura.